El Edifico Central de Rectoría alberga tres museos: el Museo de Historia Universitaria; Museo Observatorio Meteorológico Universitario y el Museo Universitario de Historia Natural; es en este último donde habita un personaje conocido por muchos: El Padre Botello, una de las seis momias que son acervo patrimonial de la Universidad Autónoma del Estado de México.

Esta colección de momias llegó al entonces Instituto Científico y Literario de Toluca alrededor del año 1890 y es que, aunque no existe un dato preciso, hay un documento que hace mención que esta momia fue trasladada y entregada al instituto en ese año. La historia del Padre Botello cuenta que un hombre español que llegó a San Antonio Acahualco se hizo pasar por sacerdote. Debido a su gusto por el alcohol y por acusaciones de abuso sexual; los habitantes de esa comunidad lo condenaron a la horca.

Las otras cinco momias que habitan en el Edifico de Rectoría, son dos mujeres adultas, un bebé y dos niños de entre tres y cinco años. Se cree que se enfermaron de disentería, una enfermedad infecciosa por lo que toda la familia se contagió y murió. Para evitar un contagio masivo, se decidió enterrar a los cinco cuerpos en el atrio de una iglesia echándoles cal para evitar la propagación de la enfermedad.

Los cuerpos que permanecen en el Museo Universitario de Historia Natural tienen diferencias importantes con respecto a las momias de Guanajuato, ya que tienen mejor estado de conservación y no presentan mal olor; estas condiciones son atribuidas a la temperatura que prevalece en Toluca.

El público puede ver los cuerpos momificados que están exhibidos, dos de las seis momias, en el Museo Universitario de Historia Natural “Dr. Manuel M. Villada” cuyo horario es de lunes a viernes de 10 de la mañana a cinco de la tarde para el cual el acceso es gratuito.

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